Tampoco han de fallarnos nuestros cálculos para decirles que el Gobierno de Canarias sigue sin licitar la famosa variante de Ingenio-Agüimes-Santa Lucía, aunque algunas fuentes apuntan a que ese paso, previo a la adjudicación, se publicará este martes. Estaremos atentos. Este martes, sin embargo, es 2 de julio, lo que significa que la licitación verá la luz 48 horas después del plazo que se autoimpuso, en plan Marino, el alcalde de Agüimes para, en caso contrario, constituir su propia plataforma reivindicativa. No es que se lo creyera mucho Antonio Morales, no, sino que se trataba de mortificar a sus vecinos de Ingenio, que han montado un gran pollo por el retraso de esta obra que ellos consideran vital. Morales vio que le echaban la pata por delante, y decidió boicotear la plataforma y anunciar una propia si la cosa no se desbloqueaba en junio. No es la primera vez que el alcalde de Agüimes se pone porfión con los vecinos. En tiempos de Jerónimo Saavedra también le montó un cacao maravillao a los socialistas a cuenta del hospital comarcal. Eran otros tiempos y otros los que gobernaban, y ahora hay que ponerse institucional. Claro.