Esto de la GC-1 ha dado para mucho, y dará para más. La nómina de incompetentes que en este asunto no han estado a la altura que debe estar quien gestiona la res pública, la abríamos hace meses con el entonces director general del Territorio, Rafael Castellano, y su fiel jefe de Servicio Jesús Luna, que se ocupó de poner indecisión y falta de calidad gestora a un convenio que convenía a la Administracion. Hoy añadimos a la lista de galardonados el nombre de Rafael de Castro, director territorial de Obras Públicas, que por más que se le han dado meses, no ha sido capaz de resolver el asunto. Es muy probable que haya más cerebros en este disparate. Ya los iremos incorporando una vez superen los test correspondientes.