Olarte y Soria no son precisamente admiradores mutuos, y mucho menos desde que el primero consiguió que la Justicia paralizara cautelarmente la demolición del Estadio Insular, una de las temibles operaciones singulares del segundo. Ambos se encontraron el otro día en un bautizo por aquello de lo chica que es esta tierra. Soria, que no disimula siquiera un cabreo, se puso pelín flamenco y le dijo textualmente al ex presidente: “¿Qué pasa contigo, Lorenzo? Deben ser cosas de la edad, ¿no?”, en un tono que ya se imaginarán conociendo al caballero. Olarte, que en cosas del cuerpo a cuerpo siempre ha sido fino, le contestó de inmediato: “No, deben ser cosas de la no edad”, pero ignoramos si Soria lo entendió porque a lo que se refería el hoy emisario canario en China es a la falta de madurez política del presidente del Cabildo grancanario.