Mientras empieza a tomar cuerpo esta guerra larvada entre agricultores, intermediarios y comerciantes, el Seprona, de la Guardia Civil, se acaba de apuntar un tanto colosal. Como se ha publicado, ha detectado una partida de aguacates y de escarolas introducidos ilegalmente en Gran Canaria sin el menor control fitosanitario y para aprovechar que los precios de ambos productos se han disparado. El Seprona ha sabido actuar con precaución para seguir al importador hasta su guarida, de modo que nadie pueda alegar que esas 15 toneladas de productos cayeron del cielo junto al meteorito del otro día. Pero aprovechando esa operación, los anti-mercado agrícola han tratado de relacionar a los agricultores locales con el contrabando, de modo que el consumidor se sienta inseguro cuando acude a Bañaderos. La Coag prepara las respuestas.