Pero si esa sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos deja a Garzon y al Supremo con las patas para arriba, ¿qué nos dicen de la del Supremo sobre las Teresitas? El alto tribunal afea de modo claro el comportamiento de la Sala de lo Contencioso- Administrativo del TSJC, que pasó olímpicamente de un recurso de los denunciantes de Las Teresitas que ahora ven satisfechas sus demandas al tiempo que coloca a Zerolo al borde del precipicio. Pero, hablando del TSJC, ¿necesita otro mes más para enterarse de cómo fue citado Soria a declarar a la comisión de investigación del caso eólico? Porque ya han pasado cinco semanas y lo único que sabemos es que la Sala se ha dirigido dos veces al Parlamento para saber si el presidente del PP canario desayuna café con leche o corn flakes. Seis días para dar carpetazo a Adán Martín y cinco semanas para analizar un delito de libro. No está mal para los tiempos que corren.