Tiene sus tablas el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, que este lunes toreó en plaza foránea con la naturalidad del que sabe que lo tiene todo por ganar y casi nada más por perder. Rivero acudió a dar respuesta a la invitación que le cursó el nuevo director del Club Prensa Canaria, Ángel Tristán Pimienta, y llenó el salón de actos de esta veterana institución del debate y el arte. Pero no fue Paulino el único que se expresó. En la puerta de Prensa Canaria le esperaba una nutrida representación de los trabajadores en huelga de Videoreport, que, además de una sonora y continuada pitada durante todo el acto, logró situar a varios de sus efectivos, convenientemente armados con camisetas alusivas a su conflicto, en lugares estratégicos y muy jodelones de la sala. Uno de ellos llegó incluso a intervenir y a preguntar a Rivero sobre la industria audiovisual. No nos pidan, por favor, que reproduzcamos la respuesta porque es más de lo mismo, agua que no has de beber y tiro porque me toca. O algo así. A la salida, nuevos abucheos al presidente, y persecución ad hominen al director de Producción del ente, Rubén Fontes, al que un grupo de muy cabreados trabajadores acompañó entre gritos a lo largo de varias manzanas. No tenemos noticias de que esa persecución se le haya realizado a ningún directivo de la empresa en huelga, porque RTVC no lo está, que sepamos.