No empezó con buen pie la VII Gran Canaria Media Maratón, que organizada por el Cabildo, que arrancó con 45 minutos de retraso y muchos corredores preguntándose cómo puede ser tan difícil de organizar algo que, con el triple de corredores, sale a las mil maravillas en otras ciudades del mundo. Quizás en esos sitios no tienen de competidor a Paulino Rivero, que comenzó a calentar rodeado de siete atletas y acabó acompañado sólo de dos, lo que significa que el hombre está en forma. El presidente tenía que recorrer 21 kilómetros y hay que reconocerle que se mantuvo con fuerzas durante la carrera, siempre apoyado por una especie de entrenador personal que le acompañó en todo momento. Pero a la altura del Parque Romano, cuando había recorrido 17,5 kilómetros, el presidente tuvo que hacer una parada para recuperar fuerzas. Fue sólo un instante por indicaciones de su enternador (“no te enfríes, ¿eh?”) y al final cubrió la distancia en dos horas y casi diez minutos.