Lejos de reconocer errores, lejos de plantarse ante sus conciudadanos de Telde y ante toda Canarias con fórmulas que saquen a esa ciudad del caos reinante, el máximo responsable del partido al que todos señalan como corrupto protagoniza una huida hacia adelante. No vamos a volver a pedir perdón porque ya lo hizo el presidente del PP grancanario, Miguel Jorge Blanco, en el comunicado que emitió el miércoles, ha dejado dicho Soria. Nos hemos leído ese comunicado de cabo a rabo y lo más aproximado que hemos encontrado a unas disculpas es la siguiente frase: “Lamentamos el desconcierto que esta situación supone para la gobernabilidad del municipio” ¿Desconcierto? ¿Gobernabilidad? Es muy fino y elegante el lenguaje, pero mucho nos tememos que los ciudadanos de Telde emplearían otra terminología más contundente para definir el caos y la desesperación reinantes.