Clari Rivero ha tenido que sacar adelante los peores momentos de la reconversión del centro de producción de Televisión Española en Canarias, y lo ha hecho con una dignidad y una profesionalidad encomiables. Quedan tareas difíciles de ejecutar, sobre todo teniendo en cuenta que el principal problema de esa casa, el papel sesgado y abrupto que desempeñan algunos sindicalistas, permanece latente por desgracia. Lourdes Santana deberá hacerse con las riendas de una empresa compleja, sacar adelante el nuevo diseño de la casa, realizar el traslado a Infecar y recuperar los informativos de los fines de semana, una aspiración de la directora saliente, que se queda echando una mano pero desde su puesto de redactora de base.