Tuvo Águeda Montelongo un par de momentos gloriosos que delatan por dónde van los tiros dentro del PP, y perdón por lo de tiros, que da hasta miedo dar ideas a estos histéricos. Entre otras lindezas, la diputada popular, que goza por lo tanto de inmunidad parlamentaria, dijo que su partido “pone de manifiesto las dudas profundas que mantenemos respecto a esta declaración del fiscal jefe, y no porque piense que él da ninguna instrucción a ningún fiscal para que actúe contra alguna persona” (arréglalo, Aguedita), sino porque, y aquí viene la madre del cordero, a quienes se refiere el Círculo de Empresarios es al fiscal anticorrupción, al que el secretario general del PSC, López Aguilar, lleva tiempo “dándole” instrucciones, “no para actuar como fiscal anticorrupción, sino como abogado acusador de los adversarios políticos”. Suponemos que la señora Montelongo tendrá pruebas que acrediten una acusación tan grave, porque es a ella a quien corresponde demostrarlo, y no a los señalados por ella demostrar lo contrario. Y una última perlita: la doña terminó criticando al fiscal jefe por haber opinado: “Pedimos un poco más de libertad, de respeto a las opiniones que vierta cualquier tipo de institución, y más si es una tan seria como el Círculo de Empresarios”. Ole que ole y olé.