La cinta en cuestión no la pidió Canarias7, como cabría deducir al ver publicadas sus imágenes el lunes, la pidió el Cabildo, y además en formato doméstico, para que se pudiera visionar en cualquier aparato de vídeo. Este dato nos lleva diectamente a la pregunta de quién, cómo, dónde y por qué entregó esa cinta al diario para que, alrededor de esas imágenes y aprovechando el audio, alimentaran la teoría de que Carmelo Ramírez es sandinista, y si no, bolchevique. Es evidente que la mano que mece el videotape es Luis Larry, que anda especialmente afanado estos días en una campaña electoral que tiene ganada, pero no por goleada, como preveían. Y con algunos fallos que le ha dectatado Madrid y que le piden que corrija si no quiere ver tarjeta amarilla.