Se estrenó brillantemente en este inicio del curso político el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Telde, el accidentado ex alcalde Paco Santana, que iba casi de suplente en el anterior mandato y que terminó con el bastón por culpa de las masivas detenciones de la Operación Faycán. Quizás de un modo bienintencionado, Santana ha denunciado públicamente que el nuevo grupo de gobierno había mandado unos operarios y unas latas de pintura para adecentar la fachada de un edificio particular destinado a sede de una asociación de vecinos. Puso el grito en el cielo, y la cosa se tornó quejío cuando desde el grupo de gobierno se le informó de que en esos instantes se procedía a mandar a trabajar a cosas públicas a los fontaneros municipales que el anterior gobierno municipal había mandado a unas fincas privadas en la zona de La Mayordomía. Hace bien el señor Santana en ejercer de opositor, pero quizás deba revisar el catálogo de burradas del mandato PP-AFV-Ciuca antes de tirarse en plancha. Más bien diríamos que se va a fosilizar porque a cada crítica siempre habrá un alma caritativa que le saque una burrada mayor.