La demanda civil de protección al honor presentada por Soria contra Benítez Cambreleng, el denunciante de la trama de corrupción de Grupo Europa, en la que hay implicados dirigentes del PP, se produjo después de que este ingeniero declarara a la Cadena Ser que había recibido el ofrecimiento de Carlos Sánchez, consejero del Cabildo por ese partido, del pago de 600.000 euros y un dorado retiro laboral a cambio de su silencio y de cambiar su declaración ante la Justicia. Soria, que fue el que se sintió aludido, ha pedido una indemnización simbólica de un euro, lo que le ha obligado a depositar 25 en el juzgado para poder recurrir la providencia de la magistrada que le denegaba el aplazamiento del dichoso juicio. Nuestro vicepresidente, que fue quien participó en la grabación ilegal de una conversación entre él, Sánchez y Cambreleng, continúa perdiendo el tiempo en los tribunales de justicia y haciéndoselo perder a la gente, con el consiguiente riesgo de volver a ser condenado a las costas por su reiterada temeridad y mala fe a la hora de denunciar o demandar a todo lo que se mueva. Mejor se deja de machangadas y se pone a trabajar un poquito. Aunque sea en Berlín, que está cerca de Magdeburgo, donde las megaturbinas.