Entre el búnker, la informática y el a mí que me registren, a la Policía no le ha quedado otra salida que solicitar de la juez instructora del caso salmón, Margarita Varona, que les autorice a identificar e interrogar a los ex directores generales de Anfi entre los años 2003 y 2005, lo que en algún caso les llevará incluso a Alemania. Las diferentes versiones aportadas por los testigos, los testimonios contradictorios llegados por distintas vías acerca de los pagos en metálico, con tarjeta o con estampitas por parte de José Manuel Soria, la aparición de un resguardo de Visa de La Caja con inscripciones ilegibles, las contradicciones acerca del modo que tenía el vicepresidente de acceder al disfrute de sus vacaciones y las sospechas de que el salmón huele fatal cuando se deja fuera de la nevera parecen recomendar estas nuevas acciones judiciales y policiales.