Por cierto, ya que hablamos de Televisión Canaria, bueno es recordar que continúa el conflicto laboral promovido por los trabajadores de Videoreport, la empresa concesionaria de los servicios informativos de la casa. Las negociaciones para el nuevo convenio colectivo evolucionan muy lentamente, y a pesar de que ya se ha avanzado en asuntos como la conducción de vehículos de la empresa para acudir a coberturas informativas y en la congelación salarial durante dieciocho meses, el proceso anda atascado en la definición de la “polivalencia” y las funciones de cada puesto de trabajo. Entre los negociadores ha calado el término posyaqué, atribuido a la delegación empresarial, que pretende que un rotulista, posyaqué se pone a rotular, haga páginas webs para clientes de la empresa. O que un redactor o un reportero posyaqué tienen el boli y la cámara en ristre, echen una manita a la productora Can-Can, adscrita a Videoreport pero para la elaboración de programas de entretenimiento no informativos. Y todo ello sin ACN Press, ni en la tele ni en el Canarias7, que también se dio de baja hace unos meses.