Memorable fin de pleno el de este jueves en el Parlamento, con las famosas 5.500 camas introducidas por la fuerza con un notable perjuicio para la imagen de la Cámara y de muchas de sus señorías. Y sus señoríos. Y nueva escaramuza de los tres diputados socialistas por La Gomera, que bloquearon la votación para reclamar al Gobierno que recapacite, que no sea bruto. O que explique por qué le debe este favor tan grande a Soria. Un Soria, por cierto, que no acudió al pleno (prefirió estar en el consejo de la Autoridad Portuaria) ante la constatación de que ya no le quedan uñas, que tiene los cuerillos a rente, y que ya bastantes disgustos le dan las encuestas como para, encima, aguantar a unos gomeros. Se lo comió todo enterito Jorge Rodríguez, que en vez de las uñas, prefiere dar brincos y colgarse de la lámpara de lágrimas que adorna el salón de plenos.