La orden interna, dada a todos los directores de oficinas de La Caja, deja muy clarito que lo que hay que colgar en los tablones de anuncios es un cartelito que diga que la lista de compromisarios está a disposición de los impositores, para lo cuál han de solicitarla al director de la oficina. Esa es la manera elegida para exponer este listado obligatorio, lo que automáticamente nos lleva a preguntarnos qué ocurriría si usted está interesado en conocer la lista y en ese momento el director no está. ¿Y si se fue al baño? ¿Y si le entró una angustia al leer lo que pretenden cobrar sus jefes? ¿Y si el interesado o la interesada se dejó el potaje al fuego y no le da tiempo de pedir la lista? ¿Y si aparecen Poveda o Ramírez en ella? Es la lista más perseguida últimamente porque puede hacer cambiar muchas cosas en La Caja. Ah, el presidente de la comisión electoral es Roque Cáceres, que está muy contento con la actual dirección.