No es que Javier Sánchez-Simón se haya caracterizado los últimos tiempos por llamar mucho la atención, más allá de las polémicas heredadas y de alguna que otra refriega, hasta ahora saldada con derrota, con el empresario Félix Santiago. Pero nos tememos que en los próximos días su entrecejo va a ser objeto de muchas miradas ávidas de conocer si será o no será capaz de adjudicar su primer gran contrato de obras a la empresa a la que todo el Puerto da por ganadora. Su presidente es un empresario que acude a las reuniones de la patronal como invitado a decir que es el más inteligente del clan, el que resulta estar más protegido y apoyado de lo que cabe imaginar por un grande del recinto, Germán Suárez. Es una pavimentación en la terminal de contenedores de 4,6 millones de nada. Se admiten apuestas.