Por mucho que se empeñen los más conspicuos antisocialistas que anidan en el PP, el nuevo alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha recibido una buena herencia de sus antecesores, incluso en lo económico, aunque suene arriesgado afirmarlo. Porque rebajarle la deuda a una Corporación que los populares dejaron patas arriba es bastante meritorio en los tiempos que corren, aunque haya sido a base de medidas como la impopular subida de impuestos que el nuevo regidor se propone corregir en 2013. Un paradigma de buena gestión y saneamiento económico es la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, que estos últimos cuatro años logró salir del agujero en que la dejaron los gestores allí colocados por el PP durante la alcaldía de Pepa Luzardo. Pero ahora quieren regresar, como si el desastre les hubiera parecido poco y quisieran perseverar en el intento. La concejala responsable del área, María Isabel García Bolta, tiene sus más y sus menos con el alcalde como consecuencia de la elección de las personas a colocar al frente de esa gerencia. Cardona quiere a Jaime del Busto, un veterano del PP que se ha quedado en expectativa de destino tras ser rebajado de categoría en la empresa pública Hecansa tras la estampida gubernamental de octubre de 2010. Pero García Bolta, que tiene su corazoncito, no quiere echarse a la cara a quien le hizo algunos feos durante la huelga de bomberos, honorable cuerpo del que forma parte su hijo.