Nadie tiene todavía capacidad para protestar formalmente pero el malestar existe. Los potencialmente protestantes son los opositandos que optan a algunas de las plazas de funcionarios del Cabildo de Gran Canaria actualmente en liza. Y las quejas vienen dadas por las prisas que se ha dado esa institución en promover previamente un concurso para proveer, por el sistema de libre designación, nueve puestos de trabajo. Se trata, ni más ni menos y para que nadie se lleva a engaño, de consolidar los puestos de jefes de servicio en Desarrollo Rural, Coordinación Presupuestaria, Organización y Métodos, Transportes, Industria y dirección de la Granja Agrícola. Además, se completa el lote con tres puestos de secretario de alto cargo en Servicios Agropecuarios, Secretaría General y Juventud y Nuevas Tecnologías. Ya saben los que opositan para entrar en el Cabildo: a estas plazas no llegan a tiempo. Y los otros que están dentro, a verlas pasar. De nada.