Desde la ciudad más señera del movimiento gay mundial, don Pepito ordenó a su otro equipo médico habitual, el que conforman los doctores Chaves y Peytaví, que vaciaran sin piedad el cargador de la venganza contra el director del periódico digital canarión que ?según su valoración- lo trae por la calle de la amargura por limitarse exclusivamente a divulgar unos vídeos que no dejan resquicio a la duda: es él quien aparece proclamando su nobleza, reivindicando su currículum, despotricando de la hez del periodismo y perdonando de modo generoso a quien un día lo bautizó como don Pepito, nada menos que Andrés Chaves “en un panfleto que tenía” (y tiro porque me toca). Es una lástima que desde San Francisco don Pepito no pueda sintonizar, ni siquiera por internet (que le es ajeno), CANARIAS AHORA RADIO, porque de ese modo descubriría que, además de subirlos a YouTube, estamos radiando el audio de esos documentos inigualables en la sección Loca Academia de Periodismo, en el programa Tiempos Modernos, que dirige y presenta su peor pesadilla, el periodista Carlos Sosa. Por cierto, si los cálculos no nos fallan, este miércoles entra en el Decanato de los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria una nueva demanda civil contra don Pepito. El juicio habrá de celebrarse en esa ciudad. Esperemos que para entonces el más dicharachero editorialista a este lado del Atlántico esté en igual estado de salud que el que le ha permitido viajar a San Francisco. Don Paquito, en su honor. Por su honor.