La verdadera finalidad de esta escabechina contra la biodiversidad canaria es preservar los intereses de los grandes capitostes en el futuro puerto de Granadilla, con su preciosa central regasificadora, su zona industrial y lo que te rondaré, morena. De ahí la indisimulable alegría que reinaba especialmente entre las señorías más cercana al régimen. Aún queda, sin embargo, un pequeño pero abigarrado trecho hasta conseguir que la Justicia levante la paralización del proyecto, dictada precisamente por la presencia de especies protegidas por las legislaciones canaria, española y comunitaria. Así que alguien deberá dirigirse ahora a los tribunales, mandarles la ley y pedirles la venia. Su señoría habrá de valorar la prueba, dar traslado a las partes y, en su caso, recibir de éstas la petición de práctica de alguna diligencia para mejor proveer. No sería bueno descartar a estas alturas que, de repente, se planteara un incidente de inconstitucionalidad contra la Ley aprobada este miércoles. No puede haber recurso porque no hay votos suficientes, pero jueces planteando incidentes por leyes que consideran fuera del ordenamiento jurídico, los hay a porrillo. ¿Se acuerdan de la de los matrimonios entre personas del mismo sexo?