Poco a poco se van mentalizando las empresas públicas y los satélites rebeldes dependientes del Gobierno de Canarias acerca de la necesidad de disminuir sus gastos y someterse a las nuevas disciplinas del rigor presupuestario. La radio autonómica canaria, ese invento en el que se repartieron cargos por igual el PP y Coalición Canaria, no iba a ser ajena a la austeridad, y con la entrada de 2011 han empezado las apreturas. Se acabaron los taxis a espuertas para las coberturas informativas y los paseos de los jefes, y como lleva haciendo la agencia EFE desde hace más de un año, en guagua o colgándose de otros medios. Se acabaron los dispendios en aguas y otras viandas... y se acabaron las plazas de aparcamiento pagadas con el presupuesto público. La más afectada por esta última medida ha sido la directora de Informativos de la radio, Teresa Cruz, que este lunes puso el grito en el cielo al descubrir que tenía que buscarse la vida como cualquier otro hijo de vecino. “¿Cómo es posible que una directora tenga que estar dando vueltas para encontrar aparcamiento?”, clamó la doña con el tonito que siempre le ha caracterizado. En su socorro acudió como un caballero del medievo el jefe técnico, Ancor Rodríguez, que retiró una unidad móvil de la cadena para que la señora pudiera aparcar a sus anchas de diez a dos.