El proyecto Capricornio suponía acabar con una situación monopolítistica que tiene a los ganaderos de Fuerteventura sujetos a una ausencia total de regulación del precio de la leche según la demanda del mercado. Porque los esfuerzos de Alfredo Alberto tenían interlocutores de gran nivel. Por ejemplo, el actual presidente del Cabildo, Mario Cabrera, siempre le ha considerado el mejor interlocutor del sector ganadero, y el ex presidente Adán Martín tenía una fuerte y ambivalente relación con él. De hecho se atribuye a Martín que el Gobierno paralizara el proyecto Capricornio, que precisaba de un exigente estudio de impacto ambiental y de las bendiciones de una consejería también regida por un majorero, Domingo Berriel. No son sin embargo los Berrieles sospechosos de apoyar a nuestro Alfredo Alberto, pero ya se sabe que donde manda capitán no manda consejero.