Fue muy tensa la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que este martes debatía los nuevos modos de concursos y subastas que el Gobierno municipal de Jerónimo Saavedra quiere implantar para mayor transparencia y tranquilidad de todos. La mañana comenzó movidita en las oficinas municipales porque demasiados funcionarios se dieron por aludidos, quizás porque los titulares de prensa no ayudaban a aclarar lo que en el texto de la propuesta queda meridianamente claro. Quizás el que más se dio por aludido fue el jefe de sección Ricardo Cabrera, al que le han colgado el sambenito de ser el muerto en el entierro y el niño en el bautizo en esto de las licitaciones. Estaba hecho un basilisco este martes, y después de pedir el acta de la anterior Mesa de Contratación, en la que su posición quedó bastante en entredicho, ahora ha pedido la grabación, cosa que le han negado. Por cierto, una grabación que se efectúa ahora por primera vez, como es novedosa la presencia de la oposición en ese órgano. De lo cual, claro está, nos alegramos muy sinceramente.