Dicen los detractores de la guía ¡Qué bueno! Gran Canaria que el otro día nos quedamos cortos con nuestros comentarios recogiendo las críticas hechas por algunos restauradores que aparecen en ella. Dijimos que esas críticas provenían del hecho constatado de que las fotografías de recurso y de las cubiertas y secciones eran de platos elaborados por restauradores tinerfeños, a lo que debemos añadir que también la calificación ha partido de un afamado cocinero de esa isla. Pero es que ahora hemos detectado que el cabreo está instalado en otros sectores, algunos de ellos no profesionales. Hay quienes no entienden que el Cabildo de Gran Canaria ceda su respaldo institucional a esta guía (utilizan el logotipo de la isla de manera autorizada) y no haya controlado esos mínimos exigibles. También andan cabreados los propietarios de tiendas gourmet porque a ellos nadie les visitó y se quedaron fuera por negligencia de la empresa tinerfeña que elaboró la guía.