Si no fuera porque esto tiene su vertiente dramática, casi estaríamos por afirmar que Rita Martín provocó al dios islandés de los volcanes. Porque ir hasta Islandia con cien canarios vestidos de calabaza para promocionar no se sabe muy bien qué cosa en un país arruinado, del que huyó hasta la cadena McDonalds, ya tenía bastante bemoles, pero conseguir a continuación que desde allí nos mandaran una nube de ceniza extremadamente grande que ha dañado gravemente a la industria turística, es hazaña únicamente realizable por una consejera así. Para colmo, en un alarde de oportunidad sólo a ella atribuíble, va y adjudica este mismo miércoles un concurso a dedo, negociado sin publicidad, para imprimir no se sabe cuántos ejemplares de la Guía Volcanes y Estrellas, perteneciente a la línea de promoción Volcanic Experience. La bonoloto le ha tocado a la empresa CA Gráfica, que ofertó por el negocio 49.940,99 euros, una rebaja leve sobre los 60.000 de la licitación de salida. Pero, ¿de dónde sale una empresa de Pontevedra participando en un concurso convocado de tan socarrona manera? ¿Quién la encontró en las Páginas Amarillas? ¿Es Pontevedra provincia gallega, patria chica de Rajoy? ¿Podría Rita Martín estarse quieta de ahora hasta las elecciones?