Muy bonitos los discursos de la apertura del año judicial, y especialmente llamativo el vacío que se le hizo a la Fiscalía Anticorrupción y los sonados casos que está gestionando en Canarias. En fin. Pero, como decíamos, el presidente del TSJC reclamó de los poderes fácticos (sic), incluida la prensa (otra vez sic) que respeten la independencia del Poder Judicial y de quienes trabajan bajo su manto. Lo malo es que el primero que no respetó este viernes tal principio constitucional fue el responsable político de dotar de medios humanos y materiales los juzgados de Canarias, el consejero de Presidencia y Justicia, José Miguel Ruano. Anunciando al mundo su convencimiento en la inocencia de José Manuel Soria no ha hecho otra cosa que meterse en camisas de once varas y transgredir la necesaria neutralidad que un cargo así ha de guardar y hacer guardar. Él sabrá por que ha dicho lo que ha dicho y lo que ha pretendido diciéndolo.