Nacho González no tiene necesidad alguna de dedicarse a la política. Es más, por lo que tenemos calculado hasta la fecha y sin contabilizar cualquier limosna procedente de la playa de Las Teresitas, podemos concluir que le ha costado mucho dinero. Como a Soria, pero con un palmarés de asalto al poder bastante menos exitoso. Por eso debemos sumarnos a la sabia petición que el pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, le formuló su esposa de él: Nacho, no vale la pena seguir; para esto es mejor que dejes la política. El “para esto” venía a ser, según confesó este lunes González ante un atónito pleno santacrucero, la algarada callejera que los antisistema organizaron ante el Ayuntamiento en el primer intento de aprobar el Plan General, que concluyó con un aviso de bomba y todo lo que vino detrás. Pero si Nacho debe abandonar la política es, además de por hacer caso a su esposa, por las tonterías que se atrevió a lanzar este lunes sobre el PSOE, la Guerra Civil y sus fantasmas del pasado, tan unidos en lo universal con el presente.