A Carlos Santana le dijeron desde arriba que tenía que marcharse, pero le dieron a elegir entre dimisión o cese. El ex gerente de Sagulpa eligió cese, y dentro de esa modalidad, la más soft de todas: sáquenme con un comunicado digno que hable de relanzamiento de la empresa. Y así hicieron los mandamases, que el viernes emitieron una aséptica nota de prensa en la que se anunciaba el cese sin más motivaciones que las del impulso que se desea dar a esa empresa municipal. Pero en horas veinticuatro la elegancia se tornó navajazo a través de filtraciones anónimas a Canarias7 que hacían referencia a mala gestión del gerente destituido en aspectos como la re implantación de la Zona Azul, el pliego de adjudicación de la grúa municipal o la famosa foto-denuncia que permitiría a los gruistas retirar vehículos mal aparcados tras recibir autorización telemática de la Policía Local. El cabreo que debe tener a estas alturas Carlos Santana no se cura ni con un Mundial de Fútbol, por lo que no sería extraño ver los próximos días noticias muy suculentas en los medios de comunicación locales.