Ya no es monolítica la opinión en el Partido Popular canario, y mucho menos a medida que se van conociendo las debilidades del líder, tanto jugando en casa como jugando en Génova, 13. La designación de cabezas de lista al Congreso de los Diputados ha generado ciertas críticas a las que se les ha puesto la tradicional sordina, pero hay críticas. Por ejemplo, a Cristina Tavío no le ha hecho maldita gracia que haya sido Pablo Matos el elegido por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, cuando ella podía haberse convertido en la líder de la lista número 15 del PP encabezada por una mujer. No basta con ser líder insular porque el líder carismático regional tiene la decisión y la libreta azul. Pero en Las Palmas, sin embargo, no ha contentado a todos la designación de Mercedes Roldós. Hasta ahora le habían permitido llegar hasta donde ha llegado, pero las voces críticas se rebelan contra una mujer a la que consideran advenediza. Sus más conspicuos detractores no parecen dispuestos a perdonarle que saltara como lo hizo de la Ejecutiva Insular del PSOE a ser el ojito derecho de Soria. Hemos escuchado una frase hasta ahora inédita entre el cuerpo militante del PP: “Tenemos que hacer algo”. No pasará nada, pero ya es noticia que se mosqueen y lo digan.