Ha cundido el pánico en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, porque de otra manera no se explica que este miércoles se produjera desde allí la primera llamada a nuestro periódico en ene años para matizar, corregir, aumentar y tratar de diluir los comentarios que aquí publicábamos sobre la inhumana carta que están recibiendo los parados canarios que se quedan sin prestaciones. Como les contábamos ayer mismo, el Servicio Canario de Salud está mandando cartas a los canarios en esa situación para recordarles que a partir de ahora tendrán que pagarse las enfermedades, los accidentes y las medicinas y que tendrán que devolver la tarjeta sanitaria. A su vez, le indican que han de buscarse otros mecanismos con los que tener cobertura, por lo que les invitan a llamar a un número de teléfono para que sean los usuarios los que se muevan y resuelvan un problema al que les ha avocado el sistema. Desde Sanidad muy amablemente nos han dicho que ésta no es decisión del Servicio Canario de Salud, sino del Sistema Nacional de la Seguridad Social, cuestión que no hemos puesto en entredicho. Y aseguran que a nadie se le va a negar la asistencia sanitaria gratuita. Por tanto, volvemos a insistir en lo de ayer: ¿es necesaria una carta tan insultante a personas que están ya sometidas a una situación humillante, moralmente jodida y económicamente dramática? Sólo un Gobierno tan despreciable como el que sufrimos es capaz de algo así.