Después del escándalo, la marcha atrás y la rectificación. Los representantes del Partido Popular han comunicado urbi et orbi que revocarán el acuerdo del consejo de administración por el que se facilitaba el acceso de sus miembros a la herramienta informática con la que se elaboran los informativos de Radiotelevisión Española. Fue una consejera del PP, Rosario López Miralles, que ya lo había intentado sin éxito en dos ocasiones anteriores bajo la presidencia de Luis Fernández y de Alberto Oliart, la que provocó el acuerdo, que prosperó gracias a los votos de CiU y la abstención del PSOE, ERC y Comisiones Obreras. IU y UGT votaron en contra. La polémica dio paso a una enorme tormenta política y este viernes se reunirá el consejo para rectificar y anular tal aberración. Pero la jornada de ayer, pródiga en declaraciones de todo tipo, se ha caracterizado por el cinismo del PP, que se presentó ante el mundo como sorprendido ante sus propios actos, y por dos silencios clamorosos, los del líder de los consejeros socialistas en el consejo de administración de la Corporación RTVE, Miguel Ángel Sacaluga, y de los representantes de Comisiones Obreras, cómplices necesarios para que prosperara la censura previa.