Descolgóse este martes don Pepito Rodríguez Ramírez, líder espiritual del movimiento independentista canario, con un jugoso editorial acerca de la reorganización territorial de Tenerife, con menceyatos a modo de comarcas y fuertes municipalidades que conviertan al área metropolitana de Santa Cruz-La Laguna en la gran capital de la nueva Canarias libre y tinerfeñista. Dónde va a parar. Hablaba don Pepito en ese editorial de “negociaciones rápidas” para obtener esa nueva organización político-administrativa-territorial, o en su defecto, de “disposiciones dictatoriales”, sin concretar exactamente por parte de qué autoridad. Militar, por supuesto. Dado que en su pastoral de este martes don Pepito apelaba a la “memoria histórica” para “que desaparezcan los nombres [de los adelantados de Castilla] de Santa Cruz y La Laguna, sus sepulcros y todos sus recuerdos”, les proponemos un brevísimo repaso por una de las aportaciones del periódico El Día a la grandeza de la patria canaria independiente.