Iberia restaba importancia a la cuestión cuando llamamos para preguntar. El caso es que la compañía cambió de avión (un Airbus 340 por un Boeing 757) su vuelo IB 807, Gran Canaria-Madrid, con salida a las 11.10 de este jueves. El cambio de aparato supuso la pérdida de 55 plazas, lo que provocó el mismo número de afectados. Se podrán imaginar el estado de opinión generado en el patio de facturación por la evidente sospecha de que aquello era un vulgar y muy moderno overbooking. Iberia lo desmintió, claro, y abonó a los sufridos viajeros que se quedaron en tierra la correspondiente indemnización, además de invitarlos a comer. La parte amable de la historia la pusieron los pasajeros que cedieron sus billetes a los que, afectados por el contratiempo, tenían que enlazar con otros vuelos. Al final, el pasaje en su totalidad salió para Madrid en los sucesivos vuelos de las 13.00 y las 15.00, no sin el correspondiente revuelo. Y no va con segundas.