Nos podemos estar imaginando la cara que se le habrá quedado a la pobre letrada Sandra Rodríguez al enterarse de que los Bravo la han colocado a ella como responsable del desaguisado político en el que se ha metido el niño de la casa. Dice el escrito que no estaba autorizada, lo que automáticamente nos lleva a pensar en el tipo de arrebato incontenible que debió atacar a la señora letrada el día en que decidió presentarse ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria para personarse en nombre del hijo de su jefe. Para tratar de arreglarlo más todavía, dice Luquita en su subrayado que había defectos formales en la personación, pero como consta en el sumario, los defectos fueron subsanados el 13 de julio de 2007 con la presentación del correspondiente poder (documento 3.100, o si se prefiere mejor, documentos 304 al 309 del tomo 9 del sumario de Brisan). A mandar, que para eso estamos.