Cabreo en Santa Cruz, cabreo en La Laguna? No gana para disgustos el PP tinerfeño con las decisiones que anda tomando la presidenta insular, Cristina Tavío, en la confección de listas en tiempos de euforia. Liquidado el acuerdo que su jefe, José Manuel Soria, tenía con CC para no perturbar el reparto del poder en Canarias, y previéndose como se prevé un crecimiento electoral del PP, los codazos se propinan que es un gusto. Todo empezó en Santa Cruz, donde la defenestración y el ostracismo que Soria decretó contra Ángel Llanos, dejó el camino expedito para que la niña Tavío tomara posesión de la plaza y desplegara sus habilidades para cabrear a los críticos. Sonó el nombre de Miguel Cabrera Pérez-Camacho, sonaron nombres de otros notables, pero el PP ha preferido a Cristina Tavío, que hará doblete al Parlamento, donde ha aceptado ir de segunda de Manolo Fernández. Tampoco ha contentado a los segundos espadas, que han desaparecido de la lista para ser sustituidos por desconocidos, si exceptuamos Manolín Fernández, hijo de su padre, que a punto estuvo incluso de ser el número uno.