La Consejería de Industria sólo dispone de dos coches para altos cargos en Santa Cruz de Tenerife, pero uno está inutilizado por esas instrucciones de don Luis. Así que si se produjera cualquier confluencia de más de un alto cargo, se tienen que jugar a los chinos quién tiene que jeringarse e ir en taxi. Como lo leen, en taxi. Sólo hay dos excepciones, sólo dos personas en toda la nacionalidad pueden utilizar el coche del consejero en Santa Cruz de Tenerife durante su ausencia, su hermano, su Excelencia José Manuel Soria, y el vicepresidente tercero del Cabildo de Gran Canaria, y paje del anterior, Luis Larry Álvarez. No es muy ortodoxa esa utilización de patrimonio de la Comunidad Autónoma para cargos no adscritos a ella, pero visto lo visto y olido lo que se huele, ¿para qué vamos a abrirnos las venas por algo así?