Ya ha salido el lustroso consejero de Economía y Hacienda que tenemos hablando de que va a tratar de pagar a plazos el inmenso dineral que nos va a costar a todos los canarios la negligencia de Tebeto, aquella famosa operación del empresario Luis Bittini consistente en mover unos papeles en la Consejería de Industria, ganar una extravagante sentencia y aprovecharse de la sospechosa desidia de la Administración autonómica para llevarse para su casa 200 millones de euros sin mover una piedra de la cantera que da nombre al escándalo. El asunto va a entrar en ebullición antes de que el verano interrumpa esta abrupta legislatura, y seguirá en otoño, no tengan duda. Porque cuando este Gobierno, y particularmente su consejero de Economía y Hacienda anuncian que van a negociar, hay que temerse lo peor. Y a los resultados de otras negociaciones nos atenemos. Y lo peor sería que llegaran a negociar de alguna manera la retirada del recurso de casación admitido a trámite por el Supremo, la única esperanza que nos queda a los canarios de que alguna instancia ponga orden en este tremendo desaguisado.