“En el Top Secret aparecía la imagen de Paulino Rivero y debajo un subtítulo que en nada correspondía a las palabras que estaba pronunciando el presidente. No voy a negar que la publicación del texto me tuvo loco toda la mañana [de este viernes] para averiguar qué es lo que había sucedido. Revisé a fondo la dinámica de subtitulación y, junto al departamento técnico, analizamos la posibilidad de que se hubiera producido el fatal error. Todo me indicaba que era imposible, pero ahí estaba la imagen. Revisando parrillas, escaletas, copias y demás, finalmente ampliamos la fotografía y vemos que no correspondía a la señal de la Televisión Canaria sino a la de la Televisión Española en Canarias, que había olvidado eliminar el teletexto del programa que estaban emitiendo en Madrid mientras aquí ocupaba la pantalla el presidente del Gobierno autonómico. Errare Humanon Est, decía al principio, y no niego que nuestros excelentes profesionales cometen también fallos. Esta vez el error, que nos hace daño, ha correspondido a este periódico digital. Sin embargo, no hay rencores. Sólo quisiera traer a estas líneas unas normas que aplico en el desempeño de nuestra profesión periodística: no utilizar nunca la palabra como arma contra nadie, no participar en campañas de desacreditación, contrastar lo que se publica y, finalmente, no perder la sonrisa. No la hemos perdido. Un abrazo”.