Internet no es el fuerte de José Manuel Arnáiz, ni mucho menos de su todavía jefa de prensa, Teresa Cruz, qué cruz, esposa de Larry Álvarez. En su día les relatamos cómo censuraron a nuestro periódico para que ningún funcionario de la Autoridad Portuaria de Las Palmas pudiera leer las cosas terribles que publicamos, y hace tan sólo diez jornadas nos denunciaron en comisaría por escuchas ilegales. Estamos a la espera de que la jueza archive la denuncia (o nos procese, que también es posible) para actuar contra estos dos responsables (ejem) públicos ante los tribunales. Pero no sólo patinan con nosotros, ¡qué va!, también lo hacen en su propia web, y con apoteosis patinadora, que es lo que corresponde a figuras de esta envergadura. Para Puertos de Las Palmas, digan lo que digan, La Gran Marina sigue existiendo: pasen y vean.