La noticia saltó el viernes de manera oficial, pero desde el martes ya se le había comunicado a Juan Mendoza que debía abandonar su puesto de director del Festival de Música de Canarias, cargo que ocupó en 2006 en sustitución de Rafael Nebot, que partía hacia el teatro Pérez Galdós. Entre el martes y el viernes sólo hubo papeleo para convertir el despido de Mendoza en una salida pactada que tuvo como explicación “una pérdida de confianza” entre la consejera Milagros Luis Brito, presidenta de la sociedad anónima pública Canarias Cultura en Red y el arquitecto, melómano y conductor de uno de los festivales de música clásica más prestigiosos de cuantos se celebran actualmente en España. Pero aunque las fechas recientes sean así, desde que sonó la última nota de la edición vigésimo quinta del festival, en febrero pasado, ya se sabía que la continuidad de Juan Mendoza tenía los días contados, que el Festival había dejado de ser una de las niñas bonitas de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. Septenio tiene prioridad.