Soria dio la bendición a la moción de censura en San Bartolomé de Tirajana en octubre pasado, pero sus deseos y sus órdenes no se han hecho realidad porque a veces no basta sólo con eso. La censura tenía que contar con los concejales de Marco Aurelio Pérez, con Fernando Toribio y con dos tránsfugas, Pacuco Guedes, ex del Centro Canario de Nacho (CCN) y el conocido como Pepe el Chola, ex del PSOE y todo lo contrario, según soplen los vientos. Con lo que no contaba el presidente del PP era con que Toribio le saliera respondón y exigiera del ojo que todo lo ve que le pusiera por escrito que autorizaba una moción de censura apoyada por dos tarambanas. No quiere el concejal pepero que su nombre termine apareciendo en la lista nacional que elabora la Comisión Antitransfuguismo, ni que la gente lo señale por la calle como suele ser norma en aquel municipio tan sandunguero.