La culpa es nuestra, lo confesamos abiertamente, y por ello pedimos disculpas a nuestros lectores. Este martes, durante más de trece horas, entre las 12.00 y la una de la madrugada, nuestro periódico sufrió un gravísimo problema técnico derivado de la rotura de nuestro servidor, que se encuentra alojado en el proveedor de Internet Arsys. Fueron más de trece horas en las que, además de no poder estar con ustedes, nuestro trabajo fue imposible porque, como se imaginarán, los periódicos en Internet se hacen en Internet, no en papiros. El problema fue de máquina, cierto, pero también lo fue de ineptitud e impericia de Arsys, que tardó todo ese tiempo en restablacer plenamente nuestro periódico tras cambiarlo de servidor. Es por eso por lo que pedimos disculpas, por tener en manos de una empresa con tan poca calidad, tan baja profesionalidad y tan nefasta capacidad de respuesta un periódico que debe un respeto a sus cada vez más numerosos lectores. Ya hemos iniciado los trámites para cambiar de proveedor de Internet antes de que termine el año, además de potenciar las medidas que garanticen el menor número de incidencias. Una vez más, lo sentimos.