Muchos compañeros, de los que van al estadio a trabajar, están que se suben por las paredes por el verdadero relajo que se ha apoderado de la tribuna de prensa del Estadio de Gran Canaria. Medios de comunicación que ya no existen utilizando cuatro acreditaciones; personajes, personajillos, abrazafarolas y correveidiles acompañados de hijos, yernos, nueras y nietos ataviados de típicos o de futbolistas, campan a sus anchas por donde otros tienen que tener silla y tranquilidad para realizar una labor. El cachondeo llega a tal nivel que los visitantes y sus familiares arrasan con el contenido de la nevera que la UD habilita para facilitar agua y refrescos a los currantes, que a veces se ven envueltos en discusiones con los colados, que encima tienen más cara que un burro con flemones. Mientras, el jefe de prensa, Paco Suárez, tan ricamente en el palco de autoridades, donde no intuimos ningún problema para ubicar a la peña ni periodistas necesitando de su concurso. A ver.