Por si fuera poco todo este galimatías televisivo-político-demencial, entra en juego el sindicato UGT, con mucha fuerza en TVE en Tenerife. Con unos argumentos absolutamente intolerables en una central sindical ha tratado de descalificar a Cristina Alcaine sencillamente porque el PSOE no les ha hecho el gusto con los candidatos propuestos. Ya nos llamó ayer Javier Jordán para decirnos que a él que lo registren, que los sindicatos CCOO y UGT le propusieron que fuera director y que él dijo que sí. Vale. Pero lo cierto es que hasta el momento actual no ha habido nadie, ni una sola persona física o jurídica que haya actuado en este caso con un mínimo de cordura y de seriedad, lo que ha terminado por complicar del todo una sucesión que, en teoría, debió ser sencillísima. Y no damos ningún nombre de los valiosos profesionales de dentro de la Casa que hubieran servido porque los quemaríamos para siempre en esa impresentable hoguera de la mediocridad.