Siempre son de agradecer las iniciativas orientadas a arrojar luz sobre el fenómeno de la inmigración, con cuyo ignorante manejo se están engordando los más deplorables sentimientos de xenofobia y racismo. La mezcla perversa y casi siempre tosca de inseguridad, paro, déficits sanitarios y educacionales con inmigración va camino de armar una peligrosa bomba de relojería de la que todos seremos responsables si no actuamos desde ahora en el camino de la información, la concienciación, la solidaridad y la comprensión. Por eso llama mucho la atención la jornada Justicia e Inmigración que ha organizado la Cámara de Comercio de Las Palmas con la colaboración del Colegio de Abogados, porque aparecen ponencias verdaderamente peligrosas.