Pero si Jorge Fernández ha alcanzado por méritos propios la medalla que le acredita como el mayor cantamañanas nacional de agosto, en Canarias el título habrá de recaer de modo sorpresivo en el director general de la Radiotelevisión Canaria, Guillermo García, del que no habíamos tenido noticia en toda la canícula pero que en estas dos últimas jornadas ha reaparecido de modo fulgurante. Ya el domingo fue trending topic en las redes sociales con base en las Islas al emitirse en los informativos de la televisión pública una pieza en la que se relataba que había girado visita oficial a la isla de La Gomera para ponerse a disposición de las autoridades locales. Un gesto que habría de ser considerado plausible después de los desastres ocasionados allí por el fuego se tornó automáticamente en condenable por el autobombo con el que se presentó el acontecimiento. Pero no contento con la reacción negativa que aquella noticia provocó en los activos internautas, este lunes va la Televisión Canaria y emite desde por la mañana una nueva pieza con imágenes relativas a los efectos del incendio y con nuevas referencias a la visita oficial girada por García y otros directivos de RTVC a la isla. No tenemos posibilidad de contrastar el dato pero casi estamos por asegurar que a ningún director general de ninguna televisión autonómica de cuantas en España son se le ocurriría semejante cachanchanada: usted va, se pone a disposición de las autoridades (cosa que se debería haber dado por hecha dado el carácter público de la cosa) y, en el caso de ser irrefrenables las ganas de salir en los papeles, que los gabinetes de prensa de esas instituciones lo hagan saber al mundo entero. Que el autobombo chirría debería saberlo el señor García desde hace tiempo. Hay que reconocerle, sin embargo, a la Televisión Pública un notable esfuerzo informativo con motivo de los incendios, tanto el de La Gomera, como los de Tenerife y La Palma, esfuerzo que la ciudadanía premió con récords de audiencia. Y en este caso, felicitamos a Willy García y a su equipo.