Juan Diego Botto y Carmelo Gómez buscan a un asesino serie dentro de la División Azul
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El cineasta Gerardo Herrero aborda la investigación de unos asesinatos en serie en el frente ruso dentro de la División Azul en la película 'Silencio en la nieve', que llega a las pantallas españolas este viernes 20 de enero con los actores Carmelo Gómez y Juan Diego Botto como protagonistas.
Basada en la novela 'El tiempo de los emperadores extraños', de Ignacio del Valle, la acción se enmarca en el frente soviético, en el invierno de 1943. Un batallón de la División Azul se topa con una serie de cabezas de caballos esparcidas sobre la superficie congelada de un lago. Los cuerpos están sumergidos bajo el hielo. Junto a uno de los caballos, el cadáver de un soldado español. Un tajo le atraviesa el cuello de lado a lado, y en el pecho tiene una inscripción grabada a cuchillo: 'Mira que te mira Dios'.
“Tenía interés por la novela, que me gustó mucho. Conocía la División Azul, pero no la había estudiado, aunque ahora la conozco mucho, pues he leído todo lo que he encontrado. Me ha apasionado todo el tema, todo lo que he ido descubriendo durante el trabajo de documentación”, ha planteado el director, para después añadir que ha tenido mucha suerte al poder contar con “tantos buenos actores”.
Los mandos encargarán la investigación al soldado Arturo Andrade (Juan Diego Botto) exinspector de la policía, que asume la tarea con rigor y profesionalidad, ayudado por el sargento Espinosa (Carmelo Gómez). Junto a ellos, o tal vez contra ellos, otros personajes encarnados por Jordi Aguilar (cabo Aparicio), Víctor Clavijo (sargento Estrada), Francesc Orella (Zarauza), Sergi Calleja (Tiroliro), Adolfo Fernández (Navajas), Andrés Gertrúdix (Guerrita), Manu Hernández (Pablito), Toni Hernández (Servando) o Javier Mejía (capitán Larios).
La pareja protagonista pronto descubre que detrás de este asesinato se oculta una perversa venganza, que se remonta a agravios acontecidos en el pasado, y que no parece que se vaya a detener en un único cadáver. Nadie está libre de sospecha ni nadie puede sentirse seguro. Y así, en medio de la cruel contienda, se inicia la caza del asesino, una búsqueda donde hasta el final no descubriremos quién es el cazador y quién el cazado.
En la presentación de la cinta en Madrid, Juan Diego Botto ha planteado que en ella hay “honor, pero también mucho deshonor”, provocado por la “propia situación sinsentido de una guerra”. Así, ha destacado que en un principio puede resultar “absurdo investigar unos crímenes en un contexto en el que mueren miles de personas”, pero ha agregado que ellos se lo toman en serio como una forma de darle sentido a sus propias vidas.
Por su parte, Gerardo Herrero ha indicado que no quería hacer una película “maniquea” con buenos y malos, al tiempo que ha admitido que le ha sorprendido descubrir “la cantidad de motivos por los que la gente estaba en la División Azul, incluyendo incluso a chavales aventureros”. “He intentado entender, respetar y no juzgar”, ha asegurado.
Carmelo Gómez ha planteado que la historia es un thriller en el que “las relaciones humanas terminan trascendiendo”. Su otra mitad protagonista, Juan Diego Botto, ha aprovechado para rememorar cómo “a los cinco minutos de la primera lectura de guión” ambos ya comenzaron a perderse el “respeto”, debido a que aunque no habían trabajado juntos anteriormente, se entendieron “francamente bien desde el principio”.