El director de 'A serbian film' se defiende: Es “la confesión sincera de una víctima”
SAN SEBASTIAN, 11 (EUROPA PRESS)
El director de la película 'A serbian film', cuyas proyecciones en la XXI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián prohibió de manera cautelar un juzgado donostiarra ante la posibilidad de que el filme incurra en un delito contra la libertad sexual tras una demanda interpuesta por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa), ha afirmado que esta cinta “debe de ser tomada como la confesión sincera de una víctima”.
En una entrevista publicada en el portal de Internet 'Viceland' recogida por Europa Press, el cineasta Srdjan Spasojevic habla sobre la “censura” de 'A serbian film', una película que contiene imágenes torturas, violaciones y sexo con recién nacidos.
El director de este filme se confiesa fan del cine de terror e inspirado por cineastas de los 70 como William Friedkin, John Carpenter, David Cronenberg, Brian de Palma, Roman Polanski y otros como Sam Peckinpah o Walter Hill.
Preguntado sobre si la guerra de Bosnia ha podido tener influencia en su obra, Spasojevic señala que “difícilmente puede inspirarte cosas bonitas” el haber visto “con 10 años las atrocidades” de un enfrentamiento bélico “en horario de máxima audiencia” o que recién cumplidos los 20 hayas experimentado “los bombardeos de la OTAN sobre tu ciudad”.
Según explica, su primera intención era hacer una película que “incorporase la descripción honesta y firme de las turbulencias políticas y emocionales que rigen la vida en Serbia desde hace dos décadas de guerras y transición”, así como “fusionar esa ambición con el deseo de hacer una película filosófica, de confrontación, que trascendiese el mero retrato”.
Además, señala que no buscaba “proyectar una imagen hermética que se ocupase exclusivamente de nuestras tragedias locales, sino contar una historia global, porque Serbia no es más que un reflejo del mundo en que vivimos todos, ya que trata de imitarlo y fracasa miserablemente en ello”.
“Una película contraria a esa fachada ideal de lo políticamente correcto que promulga el Nuevo Mundo mientras sigue comportándose como una desalmada máquina de matar, devoradora de cualquier mínima libertad, artística y de expresión, y destruyendo a su paso todo aquello que sea diferente”, afirma, para añadir que 'A serbian film' es “una fábula que trata problemas del mundo moderno” que “debe ser tomada como la confesión sincera de una víctima”.
El cineasta ha indicado que “una aproximación honesta y frontal” no le permitía “ponerse a predecir todas las consecuencias ni rebajar el impacto de algunas escenas para que cierto tipo de espectador pudiera entenderla más fácilmente”.
Spasojevic considera que su película es “un ataque directo a la censura y a la autoridad” y añade que “la corrección política, tan extendida, es una forma de fascismo que intenta matar el cine libre”.
Por otro lado, habla del posicionamiento “metafórico” de 'A serbian film' que es “tratar la vida real como pornografía”. Al respecto, relata que en Serbia durante las últimas décadas se ha llegado “al punto de experimentar la vida como una explotación absoluta que nos hace sentirnos continuamente violados emocional, psicológica y creativamente, todo a través de incomprensibles, caóticas, increíblemente estúpidas y brutales fuerzas de autoridad corrupta”.
De este modo, indica que su filme es “una alegoría de todo esto mediante el tratamiento de la pornografía como algo casual y perfectamente normal, nuestra vida cotidiana”. “Durante siglos las mujeres y los niños aquí han sido tratados como propiedad del hombre, y, como sus dueños, se nos permite maltratarlos de las formas más inhumanas y llegado un momento todo eso acaba por parecernos lo más normal del mundo”, explica.
En cuanto a la polémica escena de violación de un recién nacido, apunta que es la “representación última” de esta reflexión, “nuestra vida siendo violada antes siquiera de haber comenzado, nuestra inocencia invadida y destrozada en última instancia por nuestros propios líderes corruptos, dirigentes de nuestro destino”. “Esa escena del recién nacido es tan extrema porque en su núcleo pretende difamar la violencia”, puntualiza.
PEDERASTIA
En este contexto el cineasta se refiere al delito de la pederastia, problema que, según señala, “encara” esta película aunque “hoy no está muy bien visto hablar de problemas reales, parece más fácil ignorarlos”. “Lo malo es que ignorar esos problemas fertiliza el terreno para violadores y depredadores”, advierte.
Finalmente, considera que no es “del todo apropiado” hablar de “límites” en la creación artística, porque algo que fue “demasiado lejos” hace veinte años hoy se considera “audaz y clásico”.
“Lo cierto es que el arte se ha esterilizado tanto que los cineastas se están rajando a la hora de tratar los traumas de su tiempo y prefieren combatir aspectos que ya se resolvieron hace años”, lamenta, frente a lo cual ha manifestado que él busca “hacer frente a las bestias de mi tiempo, y si van demasiado lejos, seguirlas”.